El domingo de hoy resultaba un
tanto amenazador. Después de una semana bastante agotadora académicamente, las
nubes se instalaron, y eso no hace fácil el animarse. Pero parece que nuestra
pequeña batalla contra los partes de meteogalicia se va resolviendo a nuestro
favor, y por la tarde han llegado unas pinceladas de ese gran desconocido: el
verano.
Me hacía gracia, porque el sábado
en la clase de otorrino la profesora, latinoamericana y amante supongo de las
buenas temperaturas, nos preguntó que cómo hacíamos en Galicia para ir a las
playas. Para mis adentros pensé “es que nosotros vamos a las termas”. Y eso me
dio la clave de mi segundo domingo de blog.
Poca gente escogió la tarde para pasear. Luego supimos que todos estaban en las pozas... |
La señal que nos hacía dueños del camino. ¡Ja! |
La cosa está clara: Ourense,
nubes y claros, temperaturas más que agradables para el mes de julio. Eso es
una señal del destino. Si conocieseis a la que fue mi compañera de piso, y que
ahora es una hermana adoptiva, entenderíais por qué no me lo pensé ni un
instante. Así que nos hicimos la mochila y temprano por la tarde decidimos
hacer la ruta por las riberas del río. Es un paseo muy agradable en el que han
comunicado por dos pasarelas ambas márgenes del Miño(una de ellas, aún pendiente
de inauguración -¿ocurrirá antes de las próximas municipales?). Los árboles
vigilan nuestros pasos, y nos ofrecen una codiciada sombra, porque por descuido
de la mundana vida, vamos fostiados. Conclusión: nos va haciendo ilusión llegar
a nuestro destino y todo.
Si se va con tiempo, se pueden explorar pequeños regalitos paisajísticos que nos da el río. |
Cruzamos una pasarela de curioso
diseño tras 45 minutos de buen ritmo, con dos tirantes y unas barandillas
llenitas a rebosar de candados con promesas de amor eterno, tan profundas como
“TQM 4EVER”. Cuánto daño.
La pasarela conjuga la funcionalidad con un diseño refrescante. Vamos, que no estuvo exenta de polémica. |
Y por fin, como dos viajeros por
el desierto, se perfila en el horizonte una visión que ya no sabemos si son
alucinaciones o realmente son los vapores de las charcas. Apunta a lo segundo,
sobre todo cuando vemos el fantástico Tren Turístico, que tiene la función de
hacer la línea entre la Praza Maior y las Termas de Outariz. Constituye la
línea 19 de los Autobuses Urbanos de Ourense. Actualmente, y por ser temporada
alta, podemos cogerlo por el mismo precio de las líneas habituales cada hora en
ambos puntos. Hace varias paradas a lo largo del trayecto, y podemos consultar
los horarios en http://www.urbanosdeourense.es/php/index.php?pag=lineas/turistico
Tras comprobar que efectivamente
teníamos un tren a las 20:00 para que recogiese nuestros restos hiperlaxos y al
vapor después de la sesión, nos encaminamos a las pozas. En este caso hemos decidido
ir a las de pago: http://www.termasoutariz.com/
Aleluya. |
Sí. Tirando la casa por la ventana. ¡Si es que
somos unos sibaritas! Todo sea por el domingo. Realmente, son precios más que
asumibles (5€ por dos horas de sesión) y para mi amigo y para mí, amantes de lo
oriental, un lujo asiático, con decoración japonesa y música ambiental que hace
que te sientas poco más o menos como un mandrilillo de esos de los
documentales. Vamos, una monada (¡e igual de rojos!). Si es la primera vez que
acudís, os harán un cuestionario para asegurarse de que no acabaréis flotando
boca abajo porque las tensiones os traicionen, o porque seáis Tony Stark y
realmente llevéis una bomba en el pecho.
Después de esperar diez minutos a
que nos dejasen entrar (la verdad es que no sólo nosotros debimos de ver claras
las señales), pasamos a los vestuarios que cuentan con todas las comodidades:
taquillas, bancos para apoyar la ropa, lavabos con enchufes para secador, que
incluso puedes alquilar en la recepción, y jabón en las duchas. Decir que hoy
tocó el agua tipo “manantial finlandés” y su variante “lava del Etna”. Era
difícil escoger qué ducha preferías…
Sin embargo, una vez que bajas
las escaleras y te sumerges en el mundo de las pozas… No hay nada más que
decir. Cuenta con dos circuitos, uno “zen”, con pozas a distintas temperaturas;
y otro llamado “celta”, en el que las pozas tienen chorros de agua a modo spa.
Y te puedes hacer la combinación que quieras, claro: esto es como los helados
de cucurucho, pero más humidificado.
Fotos clandestinas del aspecto de los vestuarios desde fuera. |
Por supuesto, y viviendo al
límite, salimos justitos de tiempo, pero con el suficiente para poder tomar
para vosotros una foto de las instalaciones. Como referencia decir que la
cafetería, con unas bonitas vistas sobre el río, está siempre muy concurrida.
La verdad es que se veía apetecible. Pero no había tiempo…
Una vista aérea de las instalaciones. En el interior hay más pozas, y otras en el lateral que no se ven desde este ángulo. |
De hecho, casi no regresamos en
el ansiado trenecillo. Nos esperaba abajo, y mientras mi compañero me miraba
con cara de “a qué le estará sacando una foto” o de “¿pero a ese cartel no le
había hecho ya un reportaje?”, yo trataba de apurarme. Y tanto que debíamos:
sólo había sitio para dos personas más. ¡Ja! El karma estaba de nuestro lado.
En un vagón lata de sardinas, con
unos turistas vigueses la mar de animados, afrontamos el traqueteo del
trenecillo, el paso hacia el Puente Romano, el casi atropello de unas terrazas
en un giro cerrado a la derecha, las ondulaciones del cacharro que parecía
recién llegado de Calcuta (y todo esto mirando hacia atrás por la disposición
de los asientos, mi estómago y yo lo consideramos una aventura), hasta la Praza
Maior. Y sobrevivimos.
Tren ourensano con toque indio. Y no hablo del diseño. |
Allí nos esperaba nuestra tercera
integrante, dispuesta a disfrutar de la zona de vinos y de la sangría con
hielo, que reconstituye a cualquier hipotenso post-pozas.
Lo bueno y lo barato pueden ir de
la mano. No, no es un mito. Y se llama “El Rey del Jamón”. Pincho de tortilla,
dos croquetas caserísimas y una buena copa de sangría, 3€ per cápita. Como para
dejar algo en el plato, vamos.
Aleluya. ¿Me repito? |
Sí, lo sé. Lo siento. |
El broche final: unos buenos
helados artesanos para todos los gustos y un paseo que se nos va llevando las
últimas fuerzas del fin de semana hasta acabar en el mirador frente al
cementerio de San Francisco, desde el que dominas lo mejor de nuestra pequeña
ciudad, siempre tan vibrante, siempre tan viva.
Efectivamente. Esta entrada se lee mejor después de comer. |
Las grandes cosas se escriben en
buena compañía a partir de las pequeñas historias.
Esta es una de ellas, pero seguro
que todos vosotros tenéis las vuestras. Espero que sido un feliz domingo.
Hasta el séptimo que viene.
Nuestra pequeña gran ciudad. Como nosotros mismos :) |
Que narración más lograda!
ResponderEliminarComo ya es habitual me parece que esto merece una pequeña banda sonora:
http://www.youtube.com/watch?v=Oz2_I9s0Ek0
(ups! No era esta xD) Es esta:
http://www.youtube.com/watch?v=tVNGY1pInfI&feature=g-vrec
Te colaste un poco en el tema de la música relajante, otros días la tienen, el domingo con tanto turista se van a lo comercial y a las versiones de clásicos… xD
Es temprano por la mañana y ya me entró el hambre solo de pensar en los pinchos y el helado. También debo admitir que una sed incontrolada me pide sangría!
En la ultima foto se vé la Bat-señal. Tenemos que encontrar un día que le dé bien la luz de fondo para hacer un simil. Ahora solo nos falta un superhéroe Ourensán!
Hombre, bienhallado compañero de domingos!!!! :DDDD
EliminarDéjame fabular un poco, hombre, que si no voy a espantar a la gente. Es un detallito sin importancia, realmente la música era relajante, lo que pasa es que al darse uno cuenta de que la melodía era muy conida y no encajaba tanto... Pero no ponen los 40, no???? xDDDD
Muchas gracias por ponerle BSO al domingo ;D
Normal que te entre hambre y sed. Ayer Mónica y yo fuimos a dar una vuelta, y anduvimos rondando la zona de vinos. Nos daban ganas de irnos a por sendas sangrías *__* Pero ya no había tiempo (eso, para nuestras correrías! xDDD)
Buscaremos la Bat-Señal. Héroes? Hombre, sólo había que vernos ;)