miércoles, 29 de agosto de 2012

Rutas con Encanto: Esgos-San Pedro de Rocas. Mientras estiro, el afilador vigila.



El afilador preside la plaza del pueblo de Esgos. Me vio estirar. Impasible. La gente caminaba con cervezas en la mano. Y ni se inmutaba...
Y como viene siendo ya habitual en mí, las semanas se hacen arduas y hasta que llega el día de Mercurio (“Planet palaaaaaaace… MAKE-UP!) no soy capaz de actualizar el blog. Pero quiero deciros que eso siempre es por una buena causa. Habitualmente a principios de semana me lo impide algún amigo o alguna actividad lúdico-festiva que le gana al estar delante del portátil ;) He de decir que cuando va pasando la semana procuro sacar algo de tiempo antes de esos momentos de relax para poder mostrar algo de un nuevo Séptimo. Me niego a fallarle a algo tan sagrado…
Yo me veo con mis ovejillas, con un par de perros, con mi sombrero, mi libro... Tralará, tralará.
El otro día una buena amiga mía me preguntaba que si le dedicaba mucho tiempo al blog. Yo, entre extrañada y halagada (ya me sentía en la cumbre de mi carrera periodística) le contesté la pura verdad: escribo sin pensar (puro sentimiento, ¡oh, musa, ven a mí!) y no suelo releerme, porque si os digo la verdad, no tengo tiempo. Claro. Luego me extraño de que ni siquiera vosotros leáis el blog…
Paseando por el bosque encontraréis un peto de ánimas. Si veis una moneda de 20 céntimos, la puso mi padre (no la tanguéis, que os conozco)
Ella, en un alarde de sinceridad (y aquí viene el porqué de que la considere una de mis mejores amigas), me hizo notar que bueno, que podría estar más trabajado… Mi cara de póker era un poema. “Es que has puesto cosas mal en la puntuación de los textos, por ejemplo, y claro, recordándote en el instituto, pues me extrañaba…”. Y así. Una puñalada. Pero no trapera, que es lo que abunda en estos días de hipocresía.
A lo largo del camino te encuentras varios hitos con piedrecillas amontonadas. Has de pararte y contribuir: "caminante, son tus huellas el camino. Se hace camino al andar..."
Así que lo primero que voy a hacer hoy es disculparme. Soy una perfeccionista (los psiquiatras dirán que tengo personalidad obsesiva. Ja. ¿Y qué más? ¿Y QUÉ MÁS?), y esas cosas me llegan al alma. Pero antes que mi obsesión está este maldito embarazo MIRico que ya nos va pesando. Este blog, como excusa es perfecta, es para hablar con el corazón. Con todas sus imperfecciones (PUKE RAINBOWS).
Con los surcos de los carros que pasaron durante cientos de años...
Y para hablar de corazón, hablo del alma y de cómo se puede relajar satisfactoriamente y por poco dinero en un domingo cualquiera, pero no por ello menos importante. La excursión que planifiqué de esta vez fue una fantástica ruta de senderismo muy cerquita de Ourense y que ofrece todos los atractivos posibles para los amantes del caminar. Deberemos tomar la OU-536, que nos conducirá directamente a nuestro destino, sin posibilidad de pérdida (incluso para mí).
Y subir al campanario es la mayor de las aventuras. No apto para cardiópatas ni para gente con síndrome de Meniére.
Partiendo del pueblo de Esgos  (http://www.concelloesgos.com/ ) y dejando el coche en la plaza de la localidad, se puede iniciar una ruta circular perfecta para las épocas estivales por su recorrido protegido por los bosques de pinos, robles y castaños. Son 9km bastante asequibles pero en absoluto aburridos, con subidas pedregosas por el antiguo camino real y una bajada un tanto “extrema” al final, pero que está al alcance de toda persona acostumbrada a estas actividades.
Al pasar el monasterio aún te quedan pequeños rinconcillos para disfrutar un rato de los alrededores.
El punto álgido del recorrido es sin duda el encuentro con el monasterio de San Pedro de Rocas, muy original por su emplazamiento y que constituye una parada obligada. Subir al campanario SÍ es una actividad de riesgo, pero sin duda merece la pena http://www.ribeirasacra.org/turismo/ca/web/pdt.php?lug=10 Disfrutad un rato por los alrededores, porque la ruta se completa fácilmente en 3 horas con paradas fotográficas incluidas.
Al finalizar la subida, nos da la bienvenida este prado y... Ah, un OVNI, ¿no lo veis?
Y simplemente, dejaos llevar. Atravesar bosques, disfrutar de las panorámicas, pensar en cosas que te satisfagan o simplemente, dejar la mente en blanco y escuchar cómo mami Natura te habla. Así de trascendentes pueden llegar a ser los domingos inesperados…
Pequeños detalles para pararte a admirar un buena ángulo un rato... y si puedes, dejar tú también una piedra ;)
He de decir además que coincidió que Esgos estaba en fiestas grandes ese fin de semana. Un despliegue impresionante tratándose de una localidad tan pequeña (no quiero pensar de dónde sale el dinero…). Así que en todo caso, para los que prefieran otro tipo de deportes (ya sabéis, barra fija, tiro de caña…), siempre puedes abandonar a tus acompañantes al monte mientras te solazas con el montaje del palco de la música. Y es que lo importante en tus domingos es que hagas lo que te haga feliz, leñe.
Las vistas que puedes disfrutar antes de comenzar una mortal bajada hasta Esgos...
Yo por mi parte, hasta me atreví a estirar después de la caminata (es lo que tiene la bajada final, muy prolongada y de gran pendiente, que hace que tus gemelos acaben clamando venganza). Los lugareños no daban crédito…
Necesitaba acabar con este inquietante caracocho. Cosas que te encuentras por estos caminos de R'hllor...
Lo más importante es que fue un gran domingo. Espero que os haya hecho la boca agua de cara a, por ejemplo, el próximo día, y que os animéis a hacer algo parecido. No lo dudéis, podéis escribir para contármelo, esta es también vuestra casa…
¡Hasta el Séptimo que viene!

No hay comentarios:

Publicar un comentario